La silla azul. Entre exilios y desexilios

La silla azul. Entre exilios y desexilios, de Graciela Curbelo, es una crónica sentida de la experiencia del exilio en las décadas oscuras latinoamericanas —desde los veinticuatro años de la autora, cuando debe emigrar a Chile y luego a Suecia— y del desexilio en Uruguay, trece años después. Se trata de una narrativa cada vez más necesaria: el dolor de las vivencias hace que sean pocos los libros sinceros, realmente viscerales, publicados sobre estos temas.

Encara los avatares de su vida con una excepcional lucidez personal; a lo largo de la obra hay un esfuerzo sostenido por registrar su sentir con honestidad y sin mentirse a sí misma. No hay contemporizaciones ni contemplaciones: su pensamiento es indagador y profundo. Debe enfrentar el pasado y amoldarse al presente en la búsqueda de un espacio propio para sobrevivir como mujer madre de familia y profesional. Da cuenta del desarraigo de los afectos y de la tierra, de las divisiones en la familia, de la supervivencia en cada nuevo comienzo y de las amistades sanadoras. Este libro plantea una premisa individual, maravillosamente generosa, para la supervivencia, que nunca deberíamos olvidar: «Querer la vida», y porque la queremos, expresarla y compartirla, siempre, aun en medio de responsabilidades que por ser múltiples se vuelven agobiantes.

En un lenguaje contenido, apropiado, sin desbordes, pero sumamente expresivo y ameno, este relato vivencial no solo enumera las diferencias culturales entre los países en los que le tocó vivir a su autora, sino que expresa también su amor por el lenguaje mismo, por la literatura, la música, la poesía…
Graciela Curbelo hace de su escritura un lugar de armonía y exigencia propias en el que reencontrarse —nuevamente— a sí misma para poder ofrecer lo mejor a los lectores.

Pilar Chargoñia